Ante la imposibilidad de alcanzar acuerdos satisfactorios en la revalorización de las tablas salariales que proteja el poder adquisitivo y garantice la estabilidad real de los salarios de las trabajadoras y trabajadores, los sindicatos mayoritarios del Grupo Repsol han convocado una huelga para el fin de semana del 15, 16 y 17 de julio y 13, 14 y 15 de agosto, en las principales empresas del grupo.
En un contexto de beneficios récord de Repsol en este año 2022, liderando los descuentos en carburantes al cliente final, y en una coyuntura mundial de escasez de combustibles fósiles, no se otea en el horizonte un cambio en la dinámica, y que ha llevado a la compañía a tener unos rendimientos económicos históricos y con una mejora sustancial en el margen de refino.
Repsol, pese al compromiso y responsabilidad de la plantilla para seguir produciendo en época Covid, por ser empresa esencial, se niega a poner en valor todos los esfuerzos realizados de sus trabajadoras y trabajadores, y a revalorizar en su justa medida las tablas salariales (congeladas desde 2019), siendo uno de los actores de más peso a la hora de subir el precio de la cesta de los hogares. No se puede consentir que sean los bolsillos de las personas trabajadoras los que soporten la escalada de precios, mientras la empresa obtiene rentabilidades muy elevadas.