Cientos de trabajadores y trabajadoras de Unicaja Banco se han vuelto a concentrar hoy jueves en Castilla-La Mancha para pedir a la empresa un cambio de postura en la mesa de negociaciones. Los sindicatos convocantes exigen la voluntariedad en los 1.513 despidos que recoge el ERE planteado por la entidad; que no haya movilidad geográfica forzosa; y la homologación de las condiciones de la plantilla.
Además de las concentraciones celebradas en Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Toledo y en otros puntos del país, el 91% de los trabajadores y trabajadoras han secundado la segunda jornada de huelga convocada para hoy, una convocatoria que –de no alcanzar un acuerdo- se repetirá el viernes 3 de diciembre.
El ERE contempla el despido de 1.513 personas, de las cuales 261 serían de Castilla-La Mancha: 95 de Ciudad Real, 67 de Toledo, 47 de Cuenca, 46 de Albacete y 6 de Guadalajara. Incluye igualmente el cierre de 144 oficinas (48 en Toledo, 42 en Ciudad Real, 32 en Cuenca, 19 en Albacete y 3 en Guadalajara).
Aunque en la tarde del miércoles parecía cercano un acercamiento de posturas, finalmente la empresa acabó cambiando el rumbo de las propuestas, lo que ha llevado a los sindicatos a mantener las protestas.
Durante la concentración celebrada en Toledo, Carmen Valle, delegada de UGT, ponía de manifiesto que la principal reivindicación tanto de UGT como del resto de sindicatos es que las salidas de la empresa sean voluntarias y que no haya movilidad forzosa.
“La entidad sigue queriendo sobrepasar las líneas rojas que hemos planteado los representantes de los trabajadores y trabajadoras y es que, además de exigir la voluntariedad de las salidas y de la movilidad geográfica, consideramos fundamental la homologación de las condiciones laborales de la plantilla ya que lo que quiere Unicaja Banco es crear una plantilla de primera y otra de segunda”.
“Desde aquí hacemos un llamamiento a la empresa para que vea el éxito que está teniendo la huelga y escuche a los sindicatos”, concluía.
