Prevención en las instalaciones de placas fotovoltaicas

El cambio climático está haciendo que la presencia del sector de las energías renovables sea cada vez mayor. En el caso de España se estima que para 2027 nuestro país será el segundo mayor creador de empleos solares de Europa, por lo que los profesionales en la instalación y mantenimiento de sistemas fotovoltaicos están en un sector clave en la transición energética y con alta demanda laboral.

Cada vez es más común la presencia de placas solares en tejados y cubiertas. Pero no podemos olvidar que este tipo de trabajos están expuestos a importantes riesgos laborales como caídas a distinto nivel por rotura de la superficie, soporte o pérdida de equilibrio o resbalones, caídas de objetos, caídas al mismo nivel, riesgo eléctrico, o exposición a temperaturas extremas, entre otros.

En el caso de los riesgos en altura, los trabajadores y trabajadoras que realicen este tipo de labores deben estar perfectamente preparados.

Estadísticamente cada 7 días un trabajador/a sufre un accidente grave al caerse desde el tejado o cubierta en la que estaba trabajando. Y esto es algo en lo que debemos detenernos seriamente.

En la mayor parte de los casos los accidentes se producen durante las intervenciones en cubiertas no transitables, es decir, aquellas a las que únicamente debería acceder personal especializado que cuente con todos los medios de seguridad necesarios ya que inicialmente carecen elementos de protección colectiva.

Debemos tener en cuenta que en las cubiertas pueden existir lucernarios, claraboyas y otros translucidos que generen claramente riesgos y por tanto se debe recopilar información sobre la ubicación y estado de todos estos elementos, así como señalizar la zona de trabajo donde exista el riesgo de caída. Se extremarán las precauciones en trabajos sobre cubiertas, techos o tejados con pendiente acusada, especialmente si están húmedos o resbaladizos. Se empleará medidas de protección colectivas (barandillas o redes). Se utilizarán los equipos de trabajo adecuados (andamios, escaleras de mano, plataformas elevadoras móviles). Se usarán equipos de protección individual que impidan o limiten las caídas (arnés anticaídas junto a un elemento de amarre); así como calzado de seguridad con suela antideslizante. Y se respetará y prestará atención a las señales en zonas delimitadas, como agujeros en el suelo.

En cuanto al riesgo eléctrico, existen diversos tipos de instalaciones fotovoltaicas, pero todas ellas tienen en común la generación de electricidad mediante paneles solares. Esto determina que las placas solares van a producir corriente continua, esa electricidad va a transformarse mediante un inversor en corriente alterna y es la que normalmente vamos a consumir en las empresas o en nuestros domicilios. Todo este proceso tiene un riesgo que es debido precisamente a la presencia de la corriente continua en la primera etapa de la fase ya que si no se utiliza correctamente puede llegar a producir un incendio o una explosión. En este tipo de instalación la presencia de electricidad exige que las personas que vayan a intervenir estén debidamente cualificadas de acuerdo con el Real Decreto 614/2001, sobre disposiciones mínimas para la protección de la salud y seguridad de los trabajadores frente al riesgo eléctrico. Por ello se deben tomar las siguientes medidas:

Se señalizará la zona de trabajo donde exista el riesgo. Se desconectará de la red eléctrica las herramientas y equipos antes de proceder a su limpieza, ajuste o mantenimiento. Se comprobará que la corriente esté cortada cuando se manipulen las instalaciones. Se colocará una señal en los armarios y cuadros eléctricos donde se haga referencia al tipo de riesgo a que se está expuesto. Se alejarán de las partes activas de la instalación para evitar contactos fortuitos. Se recubrirá las partes activas con el aislamiento apropiado. Se interpondrán pantallas o elementos de seguridad para impedir todo contacto accidental con las partes activas de la instalación. Se utilizará el equipo de protección individual adecuado: guantes aislantes, mangos aislantes en las herramientas, calzado de seguridad con suela aislante y alfombras o banquetas de seguridad aislantes. Además, antes de iniciar la instalación de los inversores se comprobará que el interruptor automático de entrada de corriente continua y el de salida de corriente alterna están desconectados. Una vez que los inversores están fijados, se procederá a la conexión de los terminales de salida hacia la red de corriente alterna, sin olvidar la conexión a tierra.

No debemos olvidar que los trabajos en este tipo de instalaciones conllevan la necesaria preparación de las personas expuestas con los medios y conocimientos adecuados. La formación y preparación es vital, por ello, estos trabajos únicamente los deben realizar profesionales del sector eléctrico con capacitación y formación en seguridad en altura y en riesgo eléctrico.

Como dice el Instituto Nacional de Seguridad Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo en la campaña Trabajos en cubiertas: “lo importante es bajar con vida”.

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