UGT expresa su preocupación por la situación en la que se encuentran las instalaciones de Life for Tyres de Puertollano, con miles de toneladas de neumáticos y de residuos abandonados, lo que constituye –sostiene- un serio riesgo medioambiental.
El sindicato explica que esta empresa –que se presenta como ejemplo de economía circular- mantiene desde hace más de dos años miles de toneladas de neumáticos fuera de uso. Esto supera ampliamente los límites legales fijados en la autorización ambiental integrada y en la Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados. Añade que esta circunstancia es fácilmente contrastable a simple vista; “no es una invención de la parte sindical, tal y como pretende hacer creer la dirección”.
A ello se suman decenas de toneladas de residuos peligrosos procedentes de pruebas de pirólisis, que han superado el plazo máximo de seis meses de almacenamiento que marca la ley. Estos residuos se encuentran en un lugar que no cumple los requisitos mínimos para evitar su dispersión y garantizar su contención, constituyendo un riesgo añadido para la seguridad y el medio ambiente.
En los últimos años las instalaciones han sufrido cortes prolongados de electricidad por impagos, llegando incluso a varios meses sin suministro. UGT entiende que, si una situación de este tipo coincidiera con un incendio, la capacidad de respuesta del sistema contra incendios se vería gravemente comprometida, incumpliendo lo que establece el Real Decreto 513/2017, de 22 de mayo (Reglamento de instalaciones de protección contra incendios), que exige garantizar una autonomía mínima de seis horas en caso de fallo del suministro eléctrico.
“Si a eso se suma que, tras el ERTE aplicado por la empresa, en las instalaciones únicamente permanece un portero en la entrada -cuya función se limita a controlar accesos o recibir paquetería- y un reducido personal de oficina sin competencias técnicas, la seguridad queda todavía más en entredicho”.
El sindicato explica igualmente que la centralita del sistema de detección y alarma de incendios está ubicada en una zona sin vigilancia técnica. Ni el portero, ni los vigilantes de seguridad contratados para cubrir turnos de mañana, tarde, noche y festivos tienen acceso visual a esta centralita, por lo que en caso de activación de alarmas no habría nadie que pudiera supervisarlas. En consecuencia, la única posibilidad real de detectar un siniestro sería mediante la observación directa de humo o llamas, cuando el incendio ya estuviera claramente desarrollado, lo que reduce drásticamente la capacidad de reacción inicial.
Antecedente: el incendio de Seseña
El incendio del cementerio ilegal de neumáticos de Seseña (Toledo, 2016) se convirtió en una de las mayores catástrofes medioambientales registradas en España, con graves consecuencias para la salud de la población y el medio ambiente. La acumulación existente en Puertollano presenta similitudes preocupantes con aquel caso, motivo por el que UGT considera necesario actuar de manera inmediata “para no vivir un nuevo Seseña”.
Según ha tenido conocimiento el sindicato, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha realizado dos visitas de inspección a las instalaciones. “No tenemos constancia de que, hasta la fecha, se haya actuado con la contundencia necesaria para resolver la acumulación de neumáticos y residuos, lo que genera inquietud tanto en la plantilla como en la ciudadanía. Además, sobre esta situación ya se han presentado denuncias ante los organismos competentes, lo que refuerza la necesidad de una respuesta clara y efectiva por parte de la Administración”.
UGT considera imprescindible que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha adopte las medidas pertinentes y ejerza su función de control, para que no se permita una situación de acumulación como la existente en la planta de Puertollano, y que el Ayuntamiento, como administración más cercana, se implique también en la vigilancia y denuncia de esta problemática.
También exige que se adopten soluciones urgentes para la gestión y reducción de neumáticos y residuos peligrosos acumulados; se garantice un control transparente y permanente de la planta para proteger la seguridad laboral, ciudadana y medioambiental; y que la empresa Life for Tyres explique públicamente cuáles son sus medidas y protocolos de actuación en caso de que se produjera un incendio o catástrofe en las instalaciones.
No me lo puedo creer… y yo que pensaba que era yo quien tenía mala memoria. Resulta que aquí parece que la memoria más frágil no es la mía. Según me comentan y se oye por el pueblo, se les olvida cumplir lo que marca la normativa ambiental, se les olvida gestionar en plazo los residuos peligrosos, se les olvida mantener en condiciones la seguridad contra incendios… y, casualidad o no, también se les olvida pagar las nóminas a los trabajadores o liquidar lo que deben a proveedores.
Según me comentan y se oye por el pueblo, llevan ya veinte meses de retrasos en el pago de salarios, y si septiembre tampoco se cobra en octubre, serían 21. Todo un récord digno de aparecer en el Guinness de los olvidos: la ley se queda olvidada en un cajón, las nóminas en otro y las facturas en la bandeja de entrada.
Mientras tanto, según me comentan y se oye por el pueblo, la Junta y otros organismos visitan la planta y también se olvidan de actuar con la contundencia que la situación merece. Incluso se comenta que hasta el SEPRONA ha pasado por allí. Ojalá su memoria no sea tan débil y que esta vez no se olviden de hacer cumplir lo que corresponde.
Eso sí, para acudir a subvenciones y presumir de economía circular, ahí no hay olvido ninguno: la memoria funciona con precisión absoluta.
Porque la ley está para cumplirse, y para todos, sin excepción.
Y de verdad, no se puede creer que se les olvide todo esto: tiene que ser un error.