La destrucción de empleo que reflejan los datos de la EPA pone de manifiesto la necesidad de alargar las medidas excepcionales de los ERTES durante la desescalada si se quieren evitar daños mayores en el tejido productivo.
Los datos de la Encuesta de Población Activa publicados esta mañana en relación con el primer trimestre de 2020 muestran solo en parte la destrucción de empleo que el COVID-19 y el confinamiento están provocando en Castilla-La Mancha. La tasa de paro sube hasta el 18,11%, siendo nuestra región una de las CCAA que más ha visto empeorado este dato y situándose casi cuatro puntos por encima de la media nacional.
Tenemos 13.500 parados más en CLM que el trimestre anterior y 23.300 ocupados menos, destrucción de empleo que se ha producido a pesar de las medidas de aplicación a nivel nacional para evitarlo, como como la flexibilización y agilización de los ERTES. “Por lo que creemos imprescindible ampliar los ERTES durante la desescalada, así como el resto de medidas económicas y de protección de la clase trabajadora y de las empresas si se quieren evitar daños mayores en el tejido productivo. La crisis no terminará con el fin del estado de alarma”, asegura María Ángeles Huete, responsable del gabinete técnico de UGT CLM.
UGT CLM incide en que las medidas temporales adoptadas no son suficientes, sino que es necesario que a través del diálogo social regional se diseñe un plan de consenso para la reconstrucción económica y productiva. En este sentido, UGT apunta a frenar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras de la región con empleos afectados por el COVID-19. “Hablamos sobre todo de trabajadores en ERTES o con reducciones de jornada por cuidado de menores o dependientes, a los que además habrá que facilitar la conciliación familiar de una manera más decidida que lo hecho hasta ahora”, reclama Huete.
El sindicato insiste además en la necesidad de establecer una protección social mayor dada la dificultad que muchas personas de la región tendrán para acceder al mercado laboral en el corto plazo. El 47,60% de las personas paradas de la región son de larga o muy larga duración y han aumentado de manera considerable en este primer trimestre de 2020, algo que según UGT CLM se mantendrá en los siguientes meses debido al COVID-19. Para Huete, esto supone que miles de personas no vayan a tener acceso a un sueldo ni a una prestación en los próximos meses, “debemos proteger a todas esas personas con una renta mínima de urgencia que garantice su subsistencia”, declara.
Por otra parte, UGT CLM es partidaria de reforzar el tejido empresarial para mantener el empleo. Esto pasa por impulsar políticas sectoriales a corto y medio plazo en los sectores, empresas y autónomos más afectados por la caída de la actividad, que según la EPA conocida hoy han sido en primer lugar los del sector industrial, aunque también los servicios y la construcción.