- El sindicato califica el acuerdo al que han llegado el Ministerio de Educación y las Comunidades Autónomas, el cual plantea una vuelta inmediata a las aulas con la máxima presencialidad, como absolutamente insuficiente, carente de contenido y sin las mínimas medidas preventivas necesarias.
- De igual manera, UGT considera insuficientes las medidas anunciadas por la Consejería de Educación de Castilla-La Mancha. El sindicato exige que además de la compra de mascarillas, gel hidroalcohólico, equipos informáticos y del anuncio de una nueva plataforma educativa, deben bajar las ratios de alumnado por grupo y se deben contratar, al menos, a los 3.000 profesores más comprometidos que aún no se han contratado.
FeSP UGT Enseñanza CLM considera que la situación actual de la pandemia no permite la apertura segura de los centros educativos y alerta de que serán un foco de contagio. En la comparecencia de hoy, el viceconsejero de Educación ha anunciado que a partir de 3º de la ESO es posible que haya que recurrir a la educación semipresencial desde el inicio del curso en los centros con más de 600 alumnos en concurrencia habitual.
Manuel Amigo Carceller, responsable del sector de Enseñanza de FeSP UGT CLM, afirma que esto es un contrasentido porque “se está mareando a familias, alumnado y profesorado, cuando un día se dice que se apuesta por la máxima presencialidad y al día siguiente se dice que a partir de 3º de la ESO no va a ser posible”. Continúa explicando que “desde UGT consideramos que la educación presencial es insustituible en todos los niveles y que se han de tomar las medidas posibles para posibilitarla, pero una vez controlada esta oleada de contagios. Hay que apostar por la educación presencial, pero no podemos dejar de denunciar que se esté planteando juntar hasta 25 alumnos/as, por ejemplo, de Educación Infantil en un aula, o llenar un autobús escolar, por más que se utilice la mascarilla a la vez que las autoridades sanitarias exigen evitar reuniones de más de diez personas”.
El sindicato considera que hay que esperar a que esta nueva oleada de contagios este controlada para, acto seguido, reanudar la actividad presencial, pero adoptando medidas preventivas, que hasta ahora no se han tomado como, entre otras, la disminución del número de alumnos por grupo, lo cual sería posible contratando al menos a los 3.000 profesores extra comprometidos por el Gobierno de Castilla-La Mancha.
Ante esta situación, FeSP UGT Enseñanza CLM, exige a la Consejería de Educación, que se replantee la situación y que no se abran centros educativos en comarcas o en localidades, donde no se tenga controlada la pandemia.
Amigo denuncia que “se está pretendiendo una vuelta a las aulas con el menor gasto posible, sin invertir lo que la situación requiere, fiándolo a las mascarillas, al lavado de manos y al control de las entradas y las salidas”. Apunta además a que el uso de la mascarilla durante 5 horas seguidas por parte de alumnado y profesorado, aun siendo una medida necesaria según indican los expertos sanitarios, tendrá también una incidencia grande en el funcionamiento de la actividad educativa presencial.
FESP UGT Enseñanza CLM insiste en que, una vez controlada esta segunda ola de contagios, para retomar la actividad presencial en condiciones sería necesario reforzar las medidas que se pretenden tomar. Tendría que aumentar la inversión anunciada para poder costearlas, profundizando mucho más en lo planteado hasta ahora en aspectos cómo: reducción del número de alumnos/as por grupo, aprovechamiento de infraestructuras para aumentar el distanciamiento social, protocolos que establezcan de manera unívoca que hacer ante un caso de coronavirus dentro del alumnado o del profesorado, protocolos para los trabajadores considerados especialmente sensibles al coronavirus, regulación de la evaluación y de la calificación para los casos en que la educación pase a ser semipresencial o a distancia, medidas especiales para los niveles de Infantil, Educación Especial y Formación Profesional y reducción de periodos lectivos semanalesdel profesorado para que puedan atender al aumento de tareas que conllevará la casi segura coexistencia de la actividad presencial con la actividad a distancia.