Con el objetivo de efectuar un «pequeño ahorro económico» la empresa ha impuesto un cambio organizativo temporal y «no justificado» que reduce el personal a tres turnos de las unidades que están en parada parcial.
El Comité de Empresa del Complejo Industrial de Repsol Petróleo en Puertollano, formado por tres sindicatos y presidido por UGT, denuncia ante la Inspección de Trabajo un cambio organizativo temporal impuesto por la empresa sin estimar la oposición rotunda del Comité de Seguridad y Salud y sin haber realizado una evaluación de riesgos de la nueva situación.
Para los sindicatos estas nuevas medidas organizativas van en detrimento de la salud y seguridad de las trabajadoras y trabajadores, de las instalaciones y de la población en general. «Hemos informado en asamblea de los riesgos de la implantación de estas medidas y nos reservamos el derecho a adoptar nuevas acciones de protesta ante la situación generada», aseguran desde el Comité de Empresa.
En concreto, el cambio consiste en imponer el consumo de vacaciones y descansos generados con anterioridad a 2013 al personal de tres turnos rotativos de las unidades que están en parada parcial (FCC, COKER y DESTILACIÓN) como consecuencia de la parada de las unidades MHC. La empresa trasladó el pasado 30 de octubre al Comité de Seguridad y Salud Laboral dicha modificación, alegando que considera que estos contingentes de vacaciones y descansos no deben ser cubiertos por otra persona al no necesitar a todo el personal de tres turnos en las unidades afectadas por la parada parcial.
El Comité detalla que esta decisión unilateral de la empresa con el objetivo de efectuar un «pequeño ahorro económico» se produce además al margen de lo negociado en el convenio colectivo, donde se establece que las ausencias de las trabajadoras y trabajadores a tres turnos son siempre cubiertas por otro compañero, de manera que las estructuras de personal de la refinería estén dimensionadas para poder acometer con todas las garantías las situaciones de emergencia.
«No entendemos como se ha adoptado esta decisión sin haber realizado una evaluación de riesgos de la nueva situación en la que se pretende prescindir de posiciones de operación en unidades que no se encuentran totalmente inertizadas, purgadas ni endiscadas y que además mantienen equipos energizados, por lo que existen los riesgos específicos de las unidades de proceso», defiende el Comité.