Las secciones sindicales de UGT, CCOO, STAS, STC y CSIF han denunciado ante la Inspección de Trabajo el sistema de «castigos» mediante el cual Atento Toledo impone el trabajo presencial a los trabajadores que según su criterio no alcanzan los datos suficientemente rentables para sus intereses. Estos trabajadores son los que cada mes obtienen un número más elevado de valoraciones «insatisfechas» de los clientes atendidos.
La empresa encargada de la atención al cliente de Movistar cuenta con prácticamente la totalidad de su plantilla (380 trabajadores) en modalidad de teletrabajo para prevenir la COVID-19, sin embargo, cada mes decide enviar a un número de empleados a trabajar de manera presencial con el fin de detectar sus fallos y darles formación. Según denuncian los sindicatos este criterio de «fallos» y «malos resultados» es injusto y la formación consiste solo en unos vídeos que podrían visualizarse perfectamente desde el domicilio sin la necesidad de aumentar el riesgo de transmisión del virus.
«Todo ello no tendría una repercusión tan importante sino fuera por el hecho de que estamos en plena 2ª ola de COVID-19, con unas recomendaciones gubernamentales que la empresa no está teniendo en cuenta, poniendo en peligro la salud de los «castigados». La empresa no debería entender el teletrabajo como una mera recomendación, sino como un deber de seguridad», afirman.
Por ello, UGT, CCOO, STAS, STC y CSIF han solicitado a la empresa que cese este sistema, aunque tras la negativa y la celebración de un conflicto colectivo sin acuerdo, no descartan iniciar otras acciones de protesta en las próximas semanas.