Ambos sindicatos ponen de manifiesto la nefasta gestión del actual presidente de Correos, Juan Manuel Serrano. Así, frente al resto de operadores europeos –para los que la pandemia ha supuesto un fuerte crecimiento económico por el auge del comercio digital-, en España Correos tiene una previsión de pérdidas económicas de 634 millones de euros, a lo que hay que sumar la pérdida de empleo y la peor calidad de estos puestos de trabajo, con un 36 por 100 de temporalidad y un 25 por 100 de empleo a tiempo parcial
Delegados y delegadas de UGT y CCOO en Correos en la provincia de Cuenca se han concentrado hoy martes a las puertas de la Subdelegación del Gobierno para denunciar ante la opinión pública la privatización encubierta y el desmantelamiento que está sufriendo el servicio público postal.
El lunes la concentración de ambos sindicatos en Albacete daba el pistoletazo de salida a un calendario de protestas que hoy llega a Cuenca, localidad en la que se han producido recortes de plantilla.
Los delegados y delegadas que han intervenido en la concentración han puesto de manifiesto que existe una “agenda oculta de reconversión que se quiere llevar por delante el servicio postal público de nuestro país y el modelo de empleo con derechos que hasta ahora hemos tenido en Correos”. “Están aprovechando, miserablemente, la pandemia para acelerar el desguace de Correos”, apuntaban.
“Esto no es una invención de CCOO y UGT, ni es que le tengamos manía a presidente de Correos. Este señor vestido de falso progresista que contrata consultoras en paraísos fiscales, es el mismo que puso el negocio por delante de la vida en el inicio de la pandemia y que nos llevó a ser los subcampeones en contagios, tras el colectivo sanitario”, han puesto de manifiesto.
Ambos sindicatos ponen de manifiesto la nefasta gestión del actual presidente de Correos, Juan Manuel Serrano. Así, frente al resto de operadores europeos –para los que la pandemia ha supuesto un fuerte crecimiento económico por el auge del comercio digital-, en España Correos tiene una previsión de pérdidas económicas de 634 millones de euros, a lo que hay que sumar la pérdida de empleo y la peor calidad de estos puestos de trabajo, con un 36 por 100 de temporalidad y un 25 por 100 de empleo a tiempo parcial.
En su opinión, se trata de un desmantelamiento premeditado en el que la dirección de Correos no tiene otro objetivo que hacer que la parte pública de la compañía no sea rentable, algo que está intentando realizar mediante estrategias tramposas como el trasvase de actividad de la matriz a la filial Correos Express; externalizando ciertos servicios rentables de la empresa; y malvendiendo el patrimonio inmobiliario histórico de Correos.
Para la Unión General de Trabajadores y CCOO este cambio de modelo de la empresa y el debilitamiento premeditado del servicio postal público obedece a las pretensiones de la dirección de centrarse en un modelo logístico puro y en abrir las puertas a una futura privatización de Correos, una privatización que –añaden- también estaría avalada por el Gobierno central, como así lo ha demostrado el tijeretazo en cuanto a financiación sufrido por Correos y es que, lejos de los 220 millones de euros acordados en la Comisión Mixta de Fomento con UGT y Comisiones Obreras en 2017, en los Presupuestos Generales del Estado se han aprobado 110 millones de euros menos.
En este sentido, los delegados y delegadas de Correos concentrados hoy en Cuenca han instado al Ejecutivo central a que tome cartas en el asunto e incorpore a Correos y al servicio público que presta en la agenda para la Recuperación, Transformación y Resiliencia que debe impulsar en el primer semestre de este año. Consideran escandaloso que los directivos –de cara a la sociedad- ensalcen la importancia de lo rural y su colaboración con la España vaciada cuando al mismo tiempo están acabando con miles de puestos de trabajo en el reparto rural, teniendo que realizar los trabajadores y trabajadoras kilómetros de reparto inasumibles y vulnerando el derecho de la ciudadanía a la recepción de la correspondencia.
Estas movilizaciones -que incluyen concentraciones provinciales y autonómicas, sin descartar paros parciales y convocatorias de huelgas generales- se prolongarán hasta el mes de junio. El objetivo es dar a conocer a las diferentes instituciones, Ayuntamientos, Gobiernos regionales, etc., así como a la opinión pública, cuál es la situación de Correos, hacia dónde quieren dirigir al operador público y el modelo de Servicio Público Postal que defienden CCOO y UGT. Continuarán las movilizaciones mientras la dirección de Correos no pare su agenda de desguace y hasta convencer al Gobierno de que resitúe a Correos como proyecto de futuro de nuestro país.