UGT Castilla-La Mancha ha advertido del importante incremento de los precios registrado entre los suministros energéticos en mayo de 2021 en la región, una subida que –aunque influida por la bajada generalizada de precios que hubo el año pasado- representa un problema para los hogares con pocos recursos.
En términos generales, el Índice de Precios al Consumo subió en mayo en Castilla-La Mancha un 0,6% respecto al mes anterior, un porcentaje que se eleva al 3,5% si lo comparamos con el mismo mes de 2020. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), este incremento mensual es similar a la media nacional, que fue del 0,5% y algo superior en cuanto a la tasa interanual del conjunto de España, que fue del 2,7%.
Esta tendencia al alza en el último año en la región viene motivada por el importante empuje de los precios en el grupo de Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con una subida del 14,9%. Otro grupo que experimentó un fuerte crecimiento de los precios fue el de Transportes, con un 9,8%.
Continuando con la tasa interanual, el IPC subió un 0,8% en Alimentos y bebidas no alcohólicas; un 0,4% en Bebidas alcohólicas y tabaco; un 1% en Vestido y calzado; un 0,8% en Muebles y artículos del hogar; otro 0,8% en Sanidad; un 0,2% en Ocio y cultura; un 1% en Enseñanza; y un 1% en Otros bienes y servicios.
Respecto a mayo de 2020 los precios solo bajaron en Comunicaciones, un 4,5%; y en Restaurantes y hoteles, un 0,5%.
Se espera que la presión inflacionista se prorrogue
En relación a la subida del Índice de Precios al Consumo en los últimos 12 meses, UGT Castilla-La Mancha sostiene que se trata de un aumento de los precios localizado, influido por el desplome de los precios de los productos energéticos durante el pasado año, por lo que se espera que la presión inflacionista se prorrogue durante los próximos meses. No obstante, “no por ello hay que pasar por alto que el aumento de los precios en productos esenciales como la electricidad o los carburantes afecta, en mayor proporción, al bolsillo de los hogares con menos recursos, generando un impacto distributivo negativo”.
La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores considera que la nueva forma de calcular la factura eléctrica, en vigor desde el pasado 1 de junio, resulta insuficiente para poner freno a la escalada de precios, además de propiciar un incremento en el coste del teletrabajo o la educación a distancia, en tanto se trata de actividades que se desarrollan en la franja de horas con precios más altos.
El impacto de la crisis del COVID y el alza de los precios energéticos en lo que va de año están dibujando un contexto especialmente desfavorable para los hogares con ingresos más bajos.
El sindicato considera imprescindible seguir reforzando el escudo social y las medidas de apoyo mientras sea necesario, pero llama la atención sobre la evolución de los salarios en la primera parte de 2021. Defiende que sigue siento prioritario que los salarios acordados en la negociación colectiva se ajusten a este escenario inflacionista, impidiendo pérdidas del poder adquisitivo. También apuesta por abordar la subida del SMI, a fin de situarlo en un 60% del salario medio a lo largo de legislatura, tal como se comprometió el actual Gobierno con los agentes sociales.