La secretaria de Igualdad y Política Social de UGT CLM, Marta Gil, ha alertado de la injusta situación laboral de las mujeres rurales que, pese a suponer un 48,8% de la población rural en España, tan solo el 25% de las explotaciones agrarias y ganaderas están dirigidas por mujeres y tan solo el 1.6% de las presidencias de cooperativas se encuentran ocupadas por mujeres. Dichas cifras reconocen la existencia de un techo de cristal y una brecha por cuestión de género en el medio rural.
Aprovechando que el 15 de octubre es el Día Internacional de las Mujeres Rurales, la secretaria también ha puesto el foco en la violencia a la que estas mujeres son vulnerables en los pueblos. La violencia de género en el medio rural se agrava por la dependencia económica con el maltratador, el miedo de ser juzgadas por su entorno, el desconocimiento de los recursos de protección y atención y la dificultad para acceder a los mismos. Por ello, desde el sindicato se continúa luchando para lograr dotar de recursos especializados al territorio rural y que, de esta forma, se pueda atender a las víctimas de violencia de género de forma íntegra.
“Desde UGT CLM luchamos para que la igualdad de oportunidades llegué al medio rural”, ha señalado Gil, reivindicando una Política Agraria Común (PAC) con un enfoque de perspectiva de género y respaldando la Ley de Titularidad Compartida que favorece la igualdad real y efectiva y garantiza un reconocimiento económico y jurídico.
Gil también ha querido agradecer el papel de la mujer rural en la economía de la región, con su contribución y aportación en el desarrollo, en la erradicación de la pobreza y en la mejoría de la seguridad alimentaria. “La comunicación y la digitalización son dos elementos fundamentales para las empresas del siglo XXI. La visibilidad, comunicación, creación de redes y generación de espacios son muy importantes para que las mujeres emprendedoras en el ámbito rural dispongan de altavoces para sus negocios”, explica la secretaria.
MUJER ELEVADA A LA POTENCIA RURAL
Bajo el lema “Mujer elevada a la potencia Rural”, el sindicato pretende poner el foco sobre el esfuerzo que las mujeres rurales han tenido que hacer para que sus comunidades se sobrepusieran a la ausencia de servicios básicos durante la pandemia, la segregación horizontal y vertical del mercado de trabajo en los pueblos, las barreras para emprender sus propios negocios, la desigualdad de implementación de la Ley de Titularidad Compartida y el aislamiento y vulnerabilidad que complica más la violencia de género que sufren en el medio rural.