UGT denuncia que la reestructuración de la banca supondrá para CLM la pérdida de cerca de 600 puestos de trabajo y el abandono de muchas zonas rurales

Rueda de prensa de Jacinto Navarro y Chema Gámiz

La Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC) de UGT CLM ha denunciado la importante pérdida de empleo que supondrá para Castilla-La Mancha los procesos de reestructuración llevados a cabo en 2021 en las entidades bancarias. Tras los EREs de Sabadell, CaixaBank, BBVA y Unicaja –este último el más reciente de todos y el que más afecta a la región- el sindicato estima que en Castilla-La Mancha se perderán cerca de 600 puestos de trabajo, a lo que hay que sumar el cierre de numerosas oficinas y el abandono al que se verán abocadas muchas zonas rurales.

En rueda de prensa, el secretario provincial de FeSMC UGT Albacete, Jacinto Navarro, y el secretario de Documentación, Estudios, Análisis Jurídicos y Coordinación Territorial de FeSMC UGT CLM, Chema Gámiz, hablaban de un “auténtico desmantelamiento del sector y de las plantillas” que tiene como único objetivo la obtención de beneficios para las entidades financieras. “La crisis y las limitaciones del sector en cuanto a competencia hacen que los bancos busquen los recursos en su propia estructura, sobre todo a través de recortes de oficinas y de personal”, apuntaban.

En este proceso de transformación alrededor de 17.000 personas dejarán las plantillas de los bancos en los próximos años a nivel nacional. En Castilla-La Mancha está previsto que lo hagan 235 con el ERE de CaixaBank; 71 con el de BBVA; y 261 con el de Unicaja. Esta tendencia –aseguraba Jacinto Navarro- “no es de ahora; viene produciéndose desde el año 2008”. Ponía el ejemplo de la que hasta hace poco ha sido Liberbank, entidad que en Castilla-La Mancha ha perdido 4.000 trabajadores en los últimos 10 años.

“Otro daño colateral de este proceso de reestructuración es el oligopolio que se está generando, con clientes que no tienen suficiente oferta bancaria en sus municipios y con menos opciones de diversificar sus productos”, apuntaba Chema Gámiz.

Como tercera consecuencia, y no por ello menos grave, los responsables de UGT hacían mención a cómo el cierre de oficinas bancarias puede acrecentar el problema de la despoblación en Castilla-La Mancha. “Estamos rozando la exclusión financiera de las zonas rurales y desatendiendo a un colectivo especialmente delicado: las personas mayores”. Temen que muchos municipios de menos de 2.500 habitantes acaben sin sucursal bancaria.

UGT pide una legislación que regule la presencia de las entidades bancarias en los municipios

En este sentido, piden un equilibrio entre presencialidad y banca digital, algo que pasaría por “poner en marcha una legislación que regule cuál debe ser la presencia de las entidades financieras en los municipios”, ya que “se están dando casos de oficinas rentables que están cerrando por no ser lo suficientemente rentables”.

“No es un aviso, es algo que ya se está materializando. Al paso que vamos solo quedarán sucursales bancarias en los pueblos de mayor importancia”.

FeSMC UGT recuerda cómo hace una década los bancos recibieron millones y millones de euros en ayudas europeas, “bancos que ahora solo buscan la rentabilidad y cuyo único propósito es ganar mucho dinero, dejando a un lado la responsabilidad social que llegaron a tener en el pasado”.

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