UGT CLM ha mostrado su preocupación con respecto a la inclusión sociolaboral de las mujeres gitanas durante la charla organizada durante el día de hoy junto a la Federación Gitana Regional de Asociaciones de Castilla-La Mancha. Desde el sindicato, consideran de suma importancia su visibilización y empoderamiento tanto para erradicar la discriminación que sufren como para darles el reconocimiento social que merecen.
“Las mujeres nos enfrentamos todos los días a situaciones de desigualdad, que nos recuerdan que tenemos que seguir luchando por nuestros derechos. Esas desigualdades crecen cuando además pertenecemos a colectivos vulnerables como es la comunidad gitana”, así ha comenzado su presentación la secretaria de Igualdad y Política Social, Marta Gil. “Ser mujer y ser gitana supone en nuestra sociedad una doble discriminación a la hora de conseguir una plena participación social y laboral”.
Asimismo, Gil ha subrayado la necesidad de autoeducarnos para no ejercer un trato diferente, eliminando “de nuestro vocabulario ciertas expresiones que generan discriminación” y “corrigiendo las connotaciones negativas, los prejuicios y los estereotipos que se tienen entorno a las personas de etnia gitana”.
La trabajadora social de la Federación Gitana, Noelia González, cree que los medios de comunicación son fuente de la imagen tan errónea que se tiene del mundo gitano. “Los medios son fundamentales y han dado una visión de una realidad que no es real, pero que mucha gente creo que sí. Cuando vemos un reality show no generalizamos, al menos que salgan gitanas”.
Para ellas, el mercado laboral es un reto imposible. Según cuenta González, muchas mujeres gitanas se han visto rechazadas en entrevistas de trabajo por el simple hecho de ser gitanas, incluso llegan a esconder que pertenecen al pueblo gitano para conseguir un puesto de trabajo. En relación a la región, las mujeres gitanas viven principalmente de la venta ambulante, una actividad que está en decadencia y a la que la pandemia ha pasado factura. “Si no tienes independencia económica estás anclada”.
A la precariedad laboral que viven se le suma la baja formación que reciben. “El fracaso escolar y el absentismo son un lastre importante, porque te llevan a no tener un buen acceso al mercado laboral”, ha señalado la trabajadora social de la Federación Gitana. Y es que las niñas tampoco encuentran referentes en el sistema educativo. “¿¡Por qué en el colegio no estamos estudiando las culturas gitanas!? No se ven reflejadas y eso les genera falta de motivación. Hay muchas mujeres gitanas con profesiones muy cualificadas y hay que darles visibilidad para crear referentes”.
Estas mujeres necesitan derribar muchas barreras y etiquetas que han llevado desde hace más de 500 años, prejuicios interpuestos por la sociedad mayoritaria. Un 18% de las mujeres en CLM seguimos cobrando menos que el hombre, entre otras desigualdades y violencias; si todo esto lo trasladamos a la mujer gitana, la desigualdad se multiplica. “Todo el mundo tenemos derecho a la diferencia sin diferencia de derechos”, ha concluido González.