Trabajadores y trabajadoras del Metal se han concentrado hoy frente a la sede de la Confederación de Empresarios de Albacete (FEDA) para -de la mano de UGT FICA y CCOO Industria- exigir un convenio digno y acorde con la realidad de un sector que en la provincia aglutina a más de 8.000 trabajadores y 2.200 empresas.
La concentración -a la que han asistido los responsables regionales de UGT FICA y de CCOO Industria, Raúl Alguacil y Ángel León, así como losresponsables provinciales, Manuel Rodríguez e Itsaso Cortés– ha puesto de manifiesto que “seguimos teniendo un convenio del siglo pasado que necesita ser actualizado” con “reivindicaciones históricas”.
UGT FICA y CCOO han recordado que con la firma del anterior convenio colectivo -en 2021, “justo cuando salíamos de una dura pandemia”- los trabajadores y trabajadoras hicieron un auténtico ejercicio de responsabilidad dejando aparcadas cuestiones muy importantes para las plantillas y perdiendo casi ocho puntos de poder adquisitivo. “En ese momento nos emplazamos a ir estudiando estas demandas para, en 2023, poder incluirlas en el convenio”.
Sin embargo -han explicado- “ahora la patronal se cierra en banda a recogerlas y tan solo acepta la subida salarial pactada en el V Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva” (un 4% para 2023 y del 3% para 2024 y 2025, que podrían incrementarse un 1% más si la inflación supera estas marcas).
Ambos sindicatos reclaman que el nuevo texto normativo contemple y reconozca la turnicidad -cada vez más mayoritaria entre estas empresas-; las guardias; el descenso de la jornada; así como las particularidades de los más de 2.500 trabajadores y trabajadoras de energías renovables.
“Ahora toca mover ficha en favor de los derechos de la clase trabajadora. La situación del sector en Castilla-La Mancha y de manera más concreta en Albacete es bastante positiva. Es un sector muy dinámico y que está creciendo mucho en exportaciones”.
La próxima reunión tendrá lugar el jueves de esta semana. En ella UGT FICA y CCOO Industria seguirán pidiendo que comience a ser un sector atractivo para las nuevas generaciones, ya que la edad media ronda los 45 años y puede ocurrir que el relevo no esté garantizado, como ya ocurre con el sector del calzado.
“Esperemos que podamos confluir en un acuerdo antes del verano”.