UGT FICA y CCOO Industria han exigido hoy un convenio colectivo regional que mejore las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras del campo de Castilla-La Mancha y que -entre otras cuestiones- permita que en nuestra comunidad se respete el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). A las administraciones tanto central como regional exigen -además- que las organizaciones sindicales participen del diálogo social que en los últimos meses está decidiendo sobre el futuro del sector.
En rueda de prensa, los secretarios generales de UGT FICA CLM y de CCOO Industria CLM, Raúl Alguacil y Ángel León, han dado cuenta de la gran manifestación que tendrá lugar mañana jueves en Madrid, frente al Ministerio de Agricultura, para pedir un sector agrario “con futuro y derechos”. Está prevista la participación de cerca de 5.000 personas procedentes de todos los rincones del país -alrededor de 700 llegados de las cinco provincias de Castilla-La Mancha-, quienes lanzarán un mensaje claro al gobierno y a las patronales: “el campo debe tener un trato justo”.
El secretario general de la Federación de Industria, Construcción y Agro de Castilla-La Mancha ponía de manifiesto que en estos últimos meses, “mientras que los tractores han cortado calles y colapsado ciudades, los grandes olvidados han sido los trabajadores/as”.
“Los trabajadores/as del campo están cobrando por debajo del SMI en las cinco provincias de Castilla-La Mancha. Es una realidad que ocurre en muchas otras provincias del país y ya estamos cansados de que aquí los únicos interlocutores con el Gobierno para la mejora del campo sean los agricultores y ganaderos. Parece que solo cuentan sus demandas”.
Raúl Alguacil reclamaba, junto a su homólogo de CCOO, que la solución a los problemas de precariedad de este colectivo pasa tanto por un convenio colectivo regional como por uno estatal que homogenice condiciones y proteja a estos trabajadores/as de incumplimientos, salarios míseros, horas extraordinarias no pagadas, problemas de seguridad y salud…
“Mañana jueves miles de trabajadores y trabajadoras nos reuniremos en Madrid para exigir también el estricto cumplimiento de la aplicación del Salario Mínimo Interprofesional. Las patronales agrarias suelen bloquear cualquier intento de mejora salarial”. El secretario general de UGT FICA hacía mención a otras reivindicaciones, tales como el desarrollo reglamentario de la Ley de Integración del Régimen Especial Agrario en el Régimen General de la Seguridad Social; el refuerzo de la Inspección de Trabajo; la modificación legal para la declaración de las jornadas reales en el sector y su forma de cotización; o la participación de la parte sindical en el seguimiento de la condicionalidad social de la PAC.
Por su parte, el secretario general de CCOO Industria CLM apuntaba que, “si bien nos solidarizamos con algunas de las reclamaciones que están haciendo los propietarios de las explotaciones, no podemos permitir que las personas trabajadoras asalariadas del campo se queden fuera del diálogo social sectorial. Si queremos que el sector tenga presente y futuro, necesitamos un gran pacto que no puede excluir al eslabón más débil, pero imprescindible, de la cadena agroalimentaria”.
Añadía que el sector primario de Castilla-La Mancha, la agricultura y la ganadería, ocupó de media a lo largo de 2023 a 52.500 personas. Más de la mitad, 32.500, “no tienen tierras ni granjas ni tractores y sus convenios colectivos no llegan al Salario Mínimo”. Y eso es porque Asaja -la organización agraria que ostenta la representación patronal en las cinco provincias de la región- mantiene caducados los cinco convenios colectivos del campo y con sus tablas salariales por debajo del SMI.
“Exigimos a estas patronales provinciales que cumplan la ley” y emplazaba a Asaja de Castilla-La Mancha a asumir su responsabilidad patronal y a abordar de una vez la negociación del convenio colectivo regional del sector agrario.
Ángel León pedía igualmente la implicación de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha para que convoque una mesa específica con las organizaciones agrarias y, en concreto, con la patronal Asaja, que es la que tiene en su mano desbloquear la negociación de los convenios agrarios de las cinco provincias de la región.