UGT Castilla-La Mancha está impartiendo a sus delegados y delegadas formación sobre “Estrategias para el control de los riesgos psicosociales en el entorno laboral”, una iniciativa que llevará a cabo en las cinco provincias de la región y que está incluida en los Planes de Formación para la Mejora del Diálogo Social y la Negociación Colectiva del sindicato, cofinanciados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social a través del SEPE y la Junta de Comunidades.
UGT CLM ha podido constatar la “desprotección” a la que se enfrentan los trabajadores y trabajadoras en sus empresas en materia de salud mental, tanto por parte de los servicios de prevención de estas empresas como por parte de los servicios médicos de la Seguridad Social. “Por ello desde el sindicato hemos considerado fundamental trasladarles las herramientas necesarias para identificar, evaluar, prevenir y afrontar los factores de riesgo psicosocial”, ponía de manifiesto Begoña García, responsable de Formación y Proyectos de UGT en la región, quien añadía que -tal y como asegura la Organización Mundial de la Salud- la transformación de los entornos laborales no ha tenido en cuenta el bienestar de las personas, “lo cual está incidiendo de manera directa en los riesgos psicosociales”.
Después de los celebrados en Albacete y Guadalajara, esta acción formativa también tendrá lugar en Ciudad Real, el 24 de junio; en Cuenca, el 28 de junio; y por último en Toledo, el 2 de julio.
Óscar Gómez, profesor encargado de impartir estos cursos y profesor de la Facultad de Educación de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), precisaba que, si bien los riesgos más conocidos son los relacionados con la ansiedad, el estrés o el acoso, “también nos encontramos con otros que tienen mucha prevalencia, como los problemas de gestión emocional, de conciliación, de autoexigencia…”. Apuntaba que, dadas las carencias que existen por parte de la Seguridad Social y los servicios de prevención de las mutuas que contratan las empresas, “cuando un trabajador sufre de estos trastornos se encuentra en tierra de nadie y totalmente desprotegido”.
Su experiencia en este campo le lleva a constatar que la salud mental, y con ella los riesgos psicosociales, han dejado de ser un tabú. “Gracias a las nuevas generaciones y al cambio cultural que han traído, ahora la gente da mayor importancia a su bienestar emocional y lo prioriza respecto a su trabajo. Esta misma sensibilidad -no obstante- no la encontramos en las empresas ya que aquí la salud mental sí que sigue siendo un tabú”.
Entiende fundamental que los trabajadores y trabajadoras tengan formación y asesoramiento a la hora de abordar los riesgos psicosociales, también que en los equipos haya una buena comunicación y un buen liderazgo. “En esta sociedad tan individualista y en la que hemos perdido la preocupación por el otro, debemos volver a un mayor acercamiento hacia las pesronas y hacia sus problemas”, concluía Óscar Gómez.