Infinidad de trabajadores y trabajadoras están expuestos/as al plomo en el día a día de su actividad laboral, y exponerse a este metal tóxico durante mucho tiempo tiene consecuencias muy graves para la salud.
Este riesgo es común en sectores como la construcción, minería e industrias manufactureras. Los trabajos donde uno podría exponerse al plomo incluyen: trabajos de construcción y demolición, remoción de pintura de casas viejas y edificios viejos, reparación de coches, y fabricación y restauración de baterías de autos, soldadura, pintura o reciclaje de desechos metálicos, barnizado de cerámica… etc.
Los vapores y polvo del plomo se producen al lijar o raspar pintura con plomo, utilizar soldadura con este metal, soldadura en acero viejo o derretir plomo para moldear producto. Los vapores y el polvo del plomo son inodoros, por lo que puede que no sepa que se está exponiendo, algo que hace todavía más complicada la prevención.
Pero, ¿qué sucede si nos exponemos de manera prolongada a este metal?. El plomo se absorbe y se almacena en la sangre y los tejidos. A largo plazo, puede acumularse en los huesos y dientes. A medida que envejecemos, es liberado en el torrente sanguíneo junto con el calcio y otros minerales en nuestros huesos, volviendo a exponer a nuestros tejidos al plomo. Esta exposición se asocia a un mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón, estómago y vejiga urinaria.
En la UE se estima que 1.5 millones de personas trabajadoras están potencialmente expuestas al plomo y a compuestos inorgánicos de plomo.
Recientemente se ha publicado la Directiva (UE) 2024/869 del Parlamente Europeo y del Consejo del 13 de Marzo de 2024 , en lo que respecta a los valores limite para el plomo y sus compuestos inorgánicos y para los disocianatos que marca un hito significativo en la protección de la salud laboral , ya que se ha acordado reducir el límite de exposición profesional , de 0,15 miligramos por metro cúbico (0,15mg/m3) a 0,03mg/m3 y el límite de exposición biológica se reducirá de 70 microgramos por 100 mililitros de sangre (70µg/100ml) a 15µg/100ml.
Los diisocianatos son compuestos químicos y se utilizan principalmente en la producción de poliuretanos, espumas aislantes y materiales de relleno, estos se regularán por primera vez, ya que actualmente no existen valores límite a escala de la UE. El valor límite ocupacional global para los diisocianatos se fijará en 6µg NCO/m3 (la concentración máxima a la que puede estar expuesto un trabajador durante una jornada laboral de ocho horas) y en 12µg NCO/m3 para la exposición de corta duración (es decir, durante un periodo de 15 minutos). La Comisión Europea revisará estos límites antes de 2029.
Desde UGT- CLM valoramos positivamente este acuerdo, ya que lo consideramos como un avance en la protección de la seguridad y salud de las personas trabajadoras frente al riesgo de padecer cáncer u otras patologías de origen profesional, sin embargo, el Consejo ha insistido en que el plazo habitual de transposición de dos años se amplíe a cinco, esto, sin duda, repercutirá en la protección de la seguridad y salud de las personas trabajadoras expuestas al plomo en su centro de trabajo.
Para prevenir la exposición laboral al plomo la empresa está obligada a realizar, por sí misma o por medio de servicios especializados, la evaluación de las concentraciones ambientales de plomo en los puestos de trabajo en los que exista riesgo de exposición. Las muestras serán necesariamente de tipo personal y serán efectuadas de manera que permitan la evaluación de la exposición máxima probable de la persona trabajadora, teniendo en cuenta el trabajo efectuado, las condiciones de trabajo y la duración de la exposición valorando también la perspectiva de género, ya que puede afectar de manera distinta a las mujeres.
Para UGT, es fundamental buscar alternativas para eliminar el riesgo mediante la sustitución por productos sin plomo o con un contenido más bajo de este, o en su defecto, establecer medidas preventivas anteponiendo la protección colectiva a la individual. Además, es fundamental la formación en Prevención de riesgos laborales y que la misma sea adecuada y suficiente. Otro aspecto vital es el uso y conservación de Equipos de Protección Individual (EPIs), así como prácticas de trabajo seguras para minimizar la exposición, y la elaboración y cumplimiento riguroso de un protocolo específico de vigilancia de la salud para garantizar la protección de las personas trabajadoras expuestas al plomo.