Prevención en la escuela: la verdadera cultura preventiva comienza concienciando desde la infancia

Ningún sitio es mejor que la escuela para que se puedan adoptar medidas que inculquen una cultura preventiva capaz de ir concienciando sobre los riesgos laborales y la posibilidad de evitarlos.

Es necesario mostrar a los niños y niñas los riesgos más importantes que suelen darse en el mundo del trabajo y los mecanismos de prevención oportunos en cada caso.

Necesitamos conseguir un cambio de percepción y una integración de la cultura preventiva en todos los ámbitos de la sociedad y por ello es imprescindible concienciar desde la infancia.

Para que los niños y niñas lleguen realmente a interiorizar la prevención ante los riesgos y adquieran las bases que les permita adoptar comportamientos seguros, es importante transmitirles que la prevención es algo cotidiano, presente en el día a día en su propio entorno personal, en la escuela, el hogar, el parque, etc. y que es cosa e todos y todas. 

Se debe formar a los niños en actitudes seguras y hábitos saludables en su día a día. Hacerles protagonistas del cuidado de su propia seguridad y salud. Para conseguirlo, siempre son más eficaces las acciones prácticas y experimentales. Hay que situarles en situaciones reales para que no vean la prevención como algo abstracto y alejado de su entorno, y al mismo tiempo despertar su interés y curiosidad.

Para conseguir estos objetivos, normalmente se un temario con el que se pretende a partir de juegos y actividades contribuir a la educación de los participantes, enseñándoles a identificar los riesgos y a adoptar las medidas necesarias que eviten los accidentes en los diferentes ámbitos, al tiempo que les ayude a orientarse y familiarizarse con la seguridad y la prevención. En dicho temario se tratan distintos aspectos como las caídas, quemaduras, cargas de trabajo, productos tóxicos. Riesgos eléctricos, golpes y choques, o cortes y heridas, entre otros.

Para los niños y niñas el conocer a grandes rasgos los diferentes tipos de riesgos laborales asociados a cada profesión, así como las diversas formas de prevención les ayuda a que, en un futuro, ya tengan una cultura preventiva en su entorno profesional y una posibilidad de adaptarse a las exigencias que el ambiente les impone. Ellos se convertirán en futuros trabajadores, y se verán expuestos a diversos riesgos laborales, pero contarán con la formación necesaria para hacer frente a los posibles peligros, sobreponiéndose a la situación.

El mero hecho de bajar y subir unas escaleras supone un riesgo de caída que fácilmente puede ser prevenido con el “uso obligatorio” de agarrarse a los pasamanos. Los pasamanos son fundamentales para prevenir accidentes y caídas, especialmente en escaleras. Como formación preventiva es necesario concienciar a los niños y niñas de la importancia de usar los pasamanos ya que con ello evitamos prevenir o frenar una caída, y pueden servir como guía para los usuarios de las escaleras si la visión es más reducida.

Al final deseamos conseguir que la prevención sea algo inherente para todos los niños y niñas tanto en el presente, con objeto de ayudar a disminuir los accidentes infantiles, como en un futuro, para poder contar con trabajadores adultos realmente responsables con la prevención.

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