“En el ámbito laboral, es fundamental que los trabajadores y trabajadoras estemos siempre alerta y analicemos las propuestas que surgen desde los diferentes partidos políticos, especialmente en momentos cruciales como el actual. No todas las organizaciones políticas han defendido por igual los intereses de la clase trabajadora. De hecho, en muchas ocasiones determinados partidos, sobre todo los de tinte conservador, se han caracterizado más por estar con las posiciones de la patronal, lo que -en el pasado- ha repercutido en la merma de los derechos laborales.
En lo que llevamos de legislatura, hemos sido testigos de la escasa atención que los partidos de derechas han prestado a las necesidades reales del mundo laboral. En un contexto donde la protección de los derechos de los trabajadores es más importante que nunca, sus iniciativas -en muchas ocasiones- han buscado favorecer a las grandes empresas por encima de la clase trabajadora. Esto nos lleva a cuestionar la auténtica intencionalidad de sus políticas.
A lo largo de la historia, las formaciones conservadoras han implementado reformas que, si bien en algunos momentos han alegado buscar la creación de empleo, al final han supuesto la precarización del mismo. Los recortes en derechos laborales, la disminución de la protección social y las reformas laborales que han socavado la estabilidad en el empleo son solo algunos ejemplos que nos muestran cómo sus decisiones han afectado a millones de trabajadores. ¿Acaso podemos olvidarnos de la precariedad que se ha extendido durante sus gobiernos?
Debemos exigir que nuestros representantes políticos, independientemente del partido que sean, trabajen por el bienestar de los trabajadores y trabajadoras y no solo por intereses partidistas o empresariales. La historia nos ha demostrado que una mano firme en la defensa de nuestros derechos es imprescindible para construir un futuro más justo y equitativo.
Lo que está en juego es el futuro del empleo y de las condiciones laborales de todos nosotros. No permitamos que decisiones que no contemplen nuestros derechos marquen la pauta. Debemos apostar por avances que prioricen el bienestar de los trabajadores/as y sus familias.
En un momento como el actual en el que los bulos campan a sus anchas y en el que hay tanta intoxicación y ataques a la democracia, los ciudadanos tenemos que armarnos de sentido común y poner por encima de todo los valores y principios que nacieron en 1978. No podemos perder los referentes. Hay que dejar a un lado, de una vez por todas, los mensajes de odio e incluso de violencia que lanzan los colectivos de la ultraderecha; el Estado de Derecho -que tanto nos ha costado construir- debe ser nuestra prioridad”.
Alfonsi Álvarez, secretaria general de UGT Ciudad Real