La discapacidad vinculada a la pérdida de autonomía y a la dependencia tiene una presencia mucho mayor entre las mujeres. Así, a mayor edad y más ámbito rural, mayor invisibilidad femenina y menos integración. Según los estudios realizados por el Instituto de la Mujer de la región y recopilados por UGT, el empleo –tras la autonomía personal- es la principal preocupación para las personas con discapacidad
Con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, UGT CLM exige medidas políticas, económicas y sociales encaminadas a la igualdad entre hombres y mujeres y a la lucha contra la discriminación, una discriminación que sacude de manera más contundente a la mujer con discapacidad y es que una de cada cuatro de ellas en Castilla-La Mancha (un 25,7 por 100) se ha sentido alguna vez discriminada por motivo de su discapacidad, un porcentaje mayor al que expresan los hombres con discapacidad (19,52 por ciento).
Las últimas estadísticas del INE hablan de que en la región hay 182.000 personas con discapacidad, lo que representa un 8,7 por ciento de la población total, siendo Toledo y Ciudad Real las provincias que concentran las cifras más altas. De esas 182.000 personas, un 58,2 por ciento son mujeres. Esta radiografía de la comunidad también indica que tiende a concentrarse en el tramo comprendido entre los 65 a los 79 años.
La participación de las personas con discapacidad en el mercado de trabajo no representa grandes diferencias en cuanto a la variable sexo con las existentes en el mercado laboral general. El principal problema de este colectivo no es tanto el desempleo sino la inactividad laboral pues apenas una cuarta parte de las personas con discapacidad tiene empleo.
A pesar de estas dificultades, lo cierto es que Castilla-La Mancha tiene una de las mayores tasas de actividad dentro del colectivo de personas con discapacidad, diez puntos superior a la media nacional. Además, los porcentajes de castellano-manchegos con discapacidad activos siempre han sido superiores a la media nacional.
No obstante, la discapacidad vinculada a la pérdida de autonomía y a la dependencia tiene una presencia mucho mayor entre las mujeres. Así, a mayor edad y más ámbito rural, mayor invisibilidad femenina y menos integración.
Según los estudios realizados por el Instituto de la Mujer de la región y recopilados por UGT, el empleo –tras la autonomía personal- es la principal preocupación para las personas con discapacidad.
Con estudios primarios incompletos
Gran parte de las personas con discapacidad tienen estudios primarios incompletos. El abandono por parte de las mujeres se debe a la dificultad para acceder a formación, sobre todo en el medio rural, y no tanto por la propia discapacidad si no por otras responsabilidades, por ejemplo, el cuidado a personas mayores.
En España, entre la población con discapacidad, las mujeres tienen un nivel inferior de estudios que los hombres en prácticamente todas las franjas de edad. Sin embargo, en Castilla-La Mancha se destaca que las mujeres con Bachillerato, al igual que aquellas que han terminado los estudios superiores, son más numerosas que los hombres.
UGT Castilla-La Mancha reafirma su compromiso con la inclusión, igualdad y no discriminación de las personas con discapacidad, y más especialmente de las mujeres con discapacidad, en el ámbito social y laboral ya que, entiende, la discapacidad no debe suponer una merma de los derechos sociales, económicos y laborales.
Para el sindicato, es imprescindible que las administraciones públicas desarrollen políticas inclusivas en el mercado de trabajo ordinario, a la vez que se garantice el papel de la negociación colectiva como instrumento fundamental para defender y garantizar los derechos laborales de las personas con discapacidad. La promoción de un empleo de calidad, el cumplimiento real y efectivo de contratación en el mercado de trabajo ordinario así como la potenciación de la igualdad de oportunidades son instrumentos necesarios para garantizar el cumplimiento efectivo de los derechos de las personas con discapacidad.